Cómo saber si mi gato está preparado para aparearse
Si eres nuevo en esto de adoptar un gato, seguramente te preguntarás cómo se puede saber que el animal está en celo, dispuesto para aparearse. El macho tiene un celo distinto del que sufre la hembra, por lo que hay diferencias que conviene explicar.
En las hembras el celo ocurre en varios momentos a lo largo del año desde que aparece por primera vez a partir de los seis meses. Los períodos no se dan igual en todas las hembras, que incluso pueden desarrollar varios momentos de predisposición a ser fecundadas durante una misma estación climatológica, siendo más propensas a hacerlo en los meses cálidos del año.
Teniendo en cuenta esta base genérica, hay que aclarar que no se puede trazar un patrón común porque intervienen factores diferencias como la raza, el peso e incluso la genética. Lo que sí es más o menos común a todas las hembras son las señales de que se acerca un período de celo, ya que suelen estar más cercanas, gesticulantes e incluso ruidosas, y se suelen revolcar y frotar de manera exagerada también. Sus maullidos son una forma de avisar al macho de que están preparadas, por lo que no debes sorprenderte de que esto ocurra, ya que tiene una relación directa más que probable con el apareamiento.
En cualquier caso, cuando detectes las señales, recuerda en tomar precauciones extra en casa y no dejar pasar ningún detalle en el hogar para evitar que la gata se escape en busca de algún macho porque tienden a ello.
¿Y si mi gato es macho?
Si tu gato es un macho, debes saber que el celo sale a su encuentro más tarde que en las hembras. Generalmente no antes de los 8 meses, abandonándolos sobre los 7 años. A diferencia de las hembras, los machos siempre están dispuestos a aparearse, por lo que realmente no hace falta atender a señales para saber si entra en celo. Lo cierto es que una vez le llega nunca se separa del animal. Si bien suelen tener la líbido más elevada en los meses templados, coincidiendo precisamente con los momentos de mayor probabilidad de que el celo aparezca también en las hembras.
Esto no significa que permanente estén en estado de excitación, sino que el celo permanece aletargado en ellos. Hasta que es despertado por una hembra con sus llamadas y con el olor que desprenden. En el momento en el que los detecten, se pondrán automáticamente más nerviosos y activos, excitados y con maullidos constantes. Tal es su estado que es probable incluso que se orine fuera de su lugar habitual. Además, la territorialidad será mucho mayor, por lo que si tiene otros machos cerca es mejor que medies para que no explote algún conflicto entre ellos.
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