Los perros sudan: ¿mito o realidad?

28 octubre, 2024 - Marta Benayas

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A menudo las personas tienden a asociar a los perros las mismas facultades que los humanos, sin embargo, por muy parecidos que podamos ser en algunos aspectos, lo cierto es que las diferencias son más notables. Un ejemplo lo encontramos en las facultades olfativas, sonoras y también en el sistema de termorregulación, que es lo que explicaremos en este artículo.

Saber si el can suda es uno de los interrogantes que más curiosidad generan, y aunque muchos afirmen que no lo hacen lo cierto es que sí, pero de una forma diferente.

¿Cómo sudan los perros?

Estos animales tienen un efectivo sistema de termorregulación similar al de los humanos cuyo objetivo es refrescar al cuerpo cuando suben las temperaturas o en los momentos de ejercicio intenso. Las zonas en las que se encuentran son las almohadillas de las patas y la lengua, de ahí que su pelo no se moje cuando están pasando calor.

Las altas temperaturas y el ejercicio son los factores pri.ncipales que hacen sudar a los perros (Istock).

¿Cómo funciona?

Nuestros peluditos no tienen glándulas sudoríparas en la piel, por eso toda la actividad termorreguladora se centra en estas dos zonas que sí que las poseen. Las almohadillas incluyen una capa de grasa que aísla al animal y lo protege. En el caso del calor –no olvidemos que su temperatura corporal suele ser de unos 38 o 39 grados- se bombea sangre caliente a estas zonas con el objetivo de que se disminuya.

Con la lengua sucede algo similar, aunque en este caso lo que sucede es que el vapor caliente que llega de los pulmones se condensa en las mucosas de la boca del animal y por eso cae en forma de agua. Por eso quizás ahora entiendas que cuando tu perro saca a lengua no siempre significa que tenga sed, en muchos casos en realidad está sudando.

Su organismo se termorregula cuando hace calor (Istock).

Otros métodos para sudar

Aunque las patas y la boca son las zonas principales de su cuerpo para regular el calor, las orejas también son importantes, pues se expanden o contraen en función de la temperatura corporal del animal.

Otro detalle a tener en cuenta es que los perros, cuanto más grandes son, peor sistema de termorregulación poseen, de ahí que siempre haya que estar pendiente de su temperatura, especialmente en verano, para que no sufran un golpe de calor.

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