Cómo educar a tu perro para que no muerda los zapatos
Si tienes un perro en casa seguro que reconoces a la perfección esta situación: llegas de la calle y, ¡oh, sorpresa! Tu mascota está enzarzada con uno de tus zapatos. Juega con él, lo zarandea, a un lado, a otro, lo muerde, te mira, parecería estar desafiándote,… ¡Quiere juego! Pues bien. Si no atajas esta situación desde el principio, cuando llega a casa, si aún es cachorro, debes esforzarte mucho para cambiar esa conducta de adulto. Es posible, por supuesto, pero cuesta algo más de tiempo y trabajo…
No dejes a la vista el calzado
No es que esta sea la solución a este ‘mal’, ni mucho menos, pero es verdad que si evitas que tu perro tenga ante sus ojos ese oscuro objeto de deseo con el que tanto le gusta jugar y llamar tu atención, tal vez el pobre no tenga que luchar contra esa tentación tan fuerte. Lo mejor es acostumbrase a dejar las zapatillas en su sitio, en el zapatero. Déjalos donde corresponde que así, de camino, tendrás tu hogar más ordenado. El hecho de que no estén a su alcance también ayudará a que poco a poco deje de llamarle la atención y pierda el interés en ellos.
Proponle un juguete alternativo al zapato
Cuando lo pilles con las manos en la masa, la palabra mágica: ¡No! Como siempre, entona de forma rotunda, clara y firme, para que entienda bien de qué estás hablando. Después, preséntale algún objeto como alternativa, un juguete que pueda morder y zarandear sin problema, sin miedo a que lo rompa. Poco a poco, si te prestas a echar un rato de carreras y risas con él y su nuevo mejor amigo, seguro que se aficiona a jugar con él y a mordisquearlo en lugar de romperte el calzado… Eso suena mejor, ¿verdad?
Paciencia y constancia
Entendemos que estos consejos te pueden parecer básicos pero no hay fórmulas mágicas ni pócimas secretas. En serio. Constancia y paciencia y tener claro que hay que reñirle cuando esté llevando a cabo esa conducta que no quieres que se repita. En este caso hablamos de cuando muerden los zapatos que tenemos por casa, los tuyos o los de otros miembros de la familia. Es normal cuando se ponen contentos y se alteran, cuando están algo nerviosos. Tranquilízalo, dale alguna chuchería saludable, le das unas cuantas caricias y le reprendes. Siempre desde el respeto y con cariño se entiende todo mejor.
Y si lo que te preguntas ahora es cuándo lo conseguirás, pues depende del perro en cuestión. Lo importante es echarle paciencia, insistimos, porque antes o después entenderá que eso no es un juguete y que por morderlo no consigue nada. En ocasiones es fundamental conocer mejor el origen de esa actitud, bien porque quiere llamar tu atención porque te eche de menos o porque está pasando una etapa complicada, bien os mudáis y se siente extraño en el nuevo hogar o porque está algo enfermito y con medicación.
Esperamos que este post te sea de utilidad a la hora de saber cómo educar a tu perro para que no muerda los zapatos.
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