Cómo hacer un rascador casero para tu gato

5 enero, 2018 - Julieta de Yo Amo a las Mascotas

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Por naturaleza los gatos necesitan arañar para mantener sus uñas a raya, esta actividad les ayuda a limar las uñas y así evitan que les crezcan mal. Además, de esta manera se comunican con otros seres vivos marcando territorio, esta marca deja ver a otros felinos que ese territorio «pertenece» a un gato y les ayuda a orientarse y sentirse seguros. Otro de sus beneficios es liberar el estrés que pueden llegar a sentir al pasar mucho tiempo solos en una casa.

Para evitar que destrocen todos tus muebles, es recomendable que les consigas un rascador. En tiendas especializadas encontrarás multitud de rascadores pero si te apetece entretenerte un rato y ahorrarte unos cuantos euros, te traemos algunos consejos para hacer un rascador casero.

1.El más simple

La solución más simple es forrar algo con cordel, un peluche, una estatua que tengas en casa (siempre que no se pueda romper) o cualquier otro utensillo no susceptible de romperse y que ya no uses, lo forras con cordel por todas partes y lo pegas con pegamento fuerte. Así tendrás un rascador fácil y sencillo para entretener a tu minino.

2. Rascadores de sofá

Si te resulta imposible que tu gato deje de rascar el sofá, protégelo con un rascador. En las esquinas que habitualmente rasca, pon una estructura de madera adaptada y forrada con cordel, de esta manera, aunque tu gato insista, tu sofá seguirá sano.

3. Diseñar tu propio rascador

Puesto que nadie conoce mejor a tu gato que tu, ¿quién mejor para diseñar un rascador que su propio dueño?

Echa un vistazo en las tiendas o por internet para inspirarte  y construye el esquema. A continuación vas a necesitar hacerte con ciertos elementos como tubos, láminas de madera, alfombrillas, cordeles de esparto, grapadora, cola, relleno, tornillos, taladro, etc. En definitiva, elementos que encontrarás en cualquier ferretería.

Finalmente es hora de ponerse manos a la obra, primero pegamos los tubos a las láminas de madera, a continuación forramos las bases con relleno y alfombrillas o tela y los tubo con el cordel de esparto. Todo lo tenemos que hacer con mucho mimo pues no queremos que nuestro gato se haga daño o destroce enseguida el rascador.

Siempre ten en cuenta que los materiales dependerán de lo complejo que quieras hacerlo. Lo importante es hacerlo con cariño y adecuarnos a nuestro gato. ¡Da rienda suelta a tu creatividad!

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