5 reptiles que puedes tener como mascota
Normalmente, cuando se habla de mascotas, lo primero que viene a la cabeza es un perro, un gato, un conejo o un hámster, pero el mundo de los reptiles abre un mundo de posibilidades a aquellos que desean tener un animal original en casa. La mayoría son fáciles de cuidar si se tienen las condiciones óptimas para su mantenimiento, pudiendo llegar a durar incluso décadas.
Si no tienes muy claro cual elegir y nunca antes habías tenido uno, lo mejor es que te decantes por uno de tamaño pequeño o mediano para no tener que cambiar el mobiliario de tu casa y ahorrarte los problemas de espacio. ¿Necesitas inspiración? Te damos algunas ideas.
Tortuga
Un clásico que en familias con niños pequeños siempre cosecha éxito. Puedes elegir el tipo que más se adapte a ti, pero si no quieres arriesgarte las más comunes son las tortugas de tierra, que tendrán un tamaño pequeño y no te ocuparán mucho espacio en casa.
Gecko
Probablemente su nombre no te suene, pero una vez que lo veas te vas a enamorar. Es un reptil que no supera los 25 centímetros con vivos colores en sus escamas perfecto para los que quieren iniciarse en el cuidado de este tipo de mascotas sin arriesgarse. Son animales bastante tranquilos.
Lagarto
Dentro de la familia de los lagartos hay múltiples variedades, los más populares son el dragón barbudo, muy dócil y de tamaño mediano (no supera el medio metro), o el dragón de agua chino, que con su color verde esmeralda hará las delicias de los dueños más exquisitos. Ojo, porque este último puede llegar a medir incluso un metro y necesita más atenciones relativas al grado de humedad y la temperatura.
Serpiente
O las amas o las odias, la familia de estos reptiles es tan amplia que necesitarían otro artículo para tratarlas en profundidad. Lo mejor es que para decidir el tipo que mejor va contigo consultes a un veterinario.
Iguana
Otra de las opciones más populares entre los amantes de los reptiles. Si tienes un terrario bien acondicionado tu mascota podrá ser muy feliz, pero cuidado, aunque cuando la compres no mida más de diez centímetros, has de tener en cuenta que cuando sea adulta puede llegar a medir incluso dos metros.
Y recuerda, los animales no son juguetes, así que antes de dar el paso y comprarte uno piénsalo con calma.
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