Curiosidades sobre la raza de gatos Sagrado de Birmania
Qué bonito es un gato cuando es bonito, ¿verdad? Es difícil empezar un texto con una frase tan mal escogida, probablemente, pero es lo que mejor expresa qué siente uno cuando mira a un gato birmano, esa preciosa raza nacida del cruce de siameses y persas, detalle que deberíamos guardarnos para los siguientes párrafos porque el objetivo de estas líneas es descubrirte lo mejor posible, a través de sus curiosidades, a este precioso animal.

Tiene pelaje claro más oscuro en determinadas zonas (Foto: iStock)
Ya en la entradilla te hemos contado la primera curiosidad de este gato que tiene en su pelaje claro, más oscuro en la cara, orejas (puntiagudas) y el rabo generalmente, y sobre todo en sus ojos azules como piedras preciosas, sus rasgos más característicos, que son también los que le convierten en uno de los más bonitos. Dentro del pelaje, los guantes blancos son el detalle más personal de esta raza. Si no tiene los extremos de las patas blancos es que no es un individuo de raza pura.
La tercera curiosidad es una obviedad, porque su nombre da una pista que pone la solución más a tiro que esa adivinanza famosa de “oro parece, plata no es”: hace referencia a su procedencia. Pero en realidad es una pista que lleva a equívoco, porque todo lo que hay escrito son leyendas sobre su supuesta procedencia birmana. Además, tampoco se sabe a ciencia cierta qué historia de todas las que se cuentan sobre su llegada a Europa es verídica, si es que alguna lo es. Tampoco ayuda que sea una raza con solera, reconocida por la Federación Internacional Felina allá por 1926. Lo que sí se sabe es que se trata de un cruce entre siamés y persa, como te hemos contado anteriormente.
El pelo que tanto bien le hace al gato birmano en lo estético, le genera algunos problemas de salud, sobre todo si aparecen las temidas bolas en el estómago, conocidas como tricobezoares. Este es la única debilidad de este animal en cuestión de salud, aunque conviene también que el dueño sea responsable con el cepillado de su pelo para que no le dé problemas al gato y de paso luzca lustroso.

Es un cruce entre siamés y persa (Foto: iStock)
Por lo demás, son animales muy sencillos de tener en casa porque se adaptan fácilmente. Esto se debe sobre todo a que son juguetones y sociables; de hecho, de su carácter destaca precisamente su gusto por la compañía. No son gatos que disfruten de la soledad.
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