Estas son las razones por las que tu gato no quiere hacer pis en su arenero
Si tienes un gato, no te habrá costado darte cuenta de que es uno de los animales más pulcros que existen, desde su propia limpieza al modo en el que se comporta en casa. Los mininos, a pesar de ser muy independientes y ‘desaparecer’ durante horas, siempre tienen la capacidad de estar impolutos, ¿o acaso nos equivocamos?
Desde vuestros inicios de convivencia una de las primeras cosas que le habrás enseñado es que debe hacer sus necesidades en el arenero, una cuestión que por regla general, les resulta más fácil de aprender que a los perros. Pero si desde hace algún tiempo tu fiel amigo no te obedece y deja ‘su rastro’ prácticamente en cualquier sitio, te habrás preguntado ¿por qué no hace pis mi gato en su arenero? Nosotros tenemos la respuesta.
Problemas ‘técnicos’ con el arenero
Los gatos son animales de costumbres que necesitan que todo esté en orden para realizar algo. Cuando en u rutina diaria existe una cuestión fuera de lo normal puede suceder varias cosas: que no le guste y se queje por ello o que haga caso omiso e ignore al objeto o persona en cuestión. Si su arenero no le gusta es muy probable que decida que no es el lugar idóneo para hacer sus necesidades.
Los motivos por los que no es de su agrado suelen ser muy diversos, pero normalmente suelen ser que la arena no está lo suficientemente limpia o que no le guste el tipo que has elegido. Un cambio repentino de toda la arena de la caja también puede ser la causa, el gato deja de reconocer el olor e identificarlo como ‘suyo’.
Está marcando territorio
Los mininos son animales muy territoriales, sobre todo los machos, si tu gatito hace pis con el rabo levantado significa que está marcando, y si lo hace por casa sabrás que efectivamente, está dejando su rastro aposta. Si comparte el arenero es muy probable que lo haga por eso.
El estrés… un gran enemigo
Los gatos son animales que sufren de estrés y depresión, si notas que su humor no es el de siempre y que está decaído, lo más probable es que tu mascota tenga algún problema psicológico. Otro motivo puede ser que esté enfermo y no le de tiempo a llegar a hacer sus necesidades en el arenero, o que no vea bien. No dudes en acudir a tu veterinario para que encuentre la causa del problema, y ya de paso le haga una buena revisión al animal.
Otras veces la respuesta es más sencilla
En ocasiones la respuesta es más simple de lo que pensamos, y lo que realmente sucede es que no le gusta su arenero, o bien porque lo asocia a un mal recuerdo (una caída, una ‘bronca’ recibida en el mismo…) o porque no tiene el tamaño adecuado. Solo el tiempo y una buena observación de los movimientos de tu gato te darán la respuesta.
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