Los 8 parásitos más comunes en gatos
Parásitos y animales de compañía, eterna relación esta en la que el actor secundario, el responsable de la salud de este último, tiene un papel decisivo al recaer que el animal vea cumplida la necesidad de ser desparasitado. No es ninguna broma. Puede estar en juego su salud, porque como te vamos a demostrar a continuación analizando el ejemplo concreto de los gatos, hay parásitos que pueden provocar incluso la muerte del animal.
Dentro de los parásitos más habituales en los gatos hay que tener en cuenta una pequeña diferenciación previa entre internos y externos. Los primeros no son visibles porque se instalan en distintas partes del organismo, y se dividen entre los que se asientan en el sistema gastrointestinal, en el corazón o en los pulmones, siendo los primeros los más frecuentes.

Es importante diferenciar entre parásitos entre internos y externos (Foto: iStock)
Parásitos internos en los gatos
Los gusanos redondos o áscaris son uno de los parásitos más peligrosos de este tipo, entre los cuales destaca el Toxocara cati porque puede afectar también a los seres humanos, sobre todo a los niños, al poder ingerir estos los huevos que pone en la tierra. Así es como se infectan los gatos precisamente, que si lo hacen de forma masiva pueden sufrir graves problemas de salud en las zonas que alcancen los gusanos, que pueden llegar a los pulmones.
Los gusanos planos, dentro de los cuales el más conocido es la tenia, que como mucho suelen producir irritaciones en la zona del ano de los gatos al expulsar heces acompañadas de huevos; los coccidios y giardias, causantes de diarreas; los gusanos del corazón, que se alojan en este órgano vital y se transmiten por picaduras de mosquito; y los anquilostomas, que penetran en el organismo por la piel y sí pueden provocar hemorragias, diarreas y anemias en los mininos, son los otros tipos de parásitos internos más habituales en estos animales.
Parásitos externos en los gatos
Mucho más familiarizado estarás con los parásitos externos, entre los que hay nombres tan comunes como las pulgas, quizá el parásito que más presencia tiene en los gatos. Son de cuerpo plano y color pardo o negro y también se pueden detectar los excrementos, que son una especie de arenilla oscura. Con un desparasitador, como en la mayoría de los otros parásitos mencionados en el texto, se pueden combatir sin mayores problemas. A nivel de salud, son más peligrosas en los animales alérgicos.
Más allá de las pulgas, las garrapatas y los piojos son los otros dos “bichos” conocidos que también pueden dar guerra a los gatos. Ambos son menos comunes, pero aparecen. Las garrapatas son bolitas que se alimentan de sangre y siempre están enganchadas al cuerpo del animal, y para retirarlas hay que tener cuidado porque son transmisores de enfermedades. Por último, cabe mencionar a los ácaros en gatos, que pueden provocar problemas de salud como la sarna o las otitis, además de transmitir otro tipo de parásitos más pequeños.

Algunos pueden ser muy peligrosos para el animal (Foto: iStock)
En todo caso, es fundamental seguir las pautas del veterinario, tanto en la prevención de parásitos como en el tratamiento para acabar con ellos si se presentan en alguna ocasión.
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