5 consejos para limpiar a tu caballo
El aseo y la higiene de tu caballo es fundamental para el bienestar del animal. Ese ratito que le dedicas jamás deberías tomarlo como una obligación, sino como todo lo contrario: es una magnífica oportunidad para estrechar lazos con él, ‘conversar’ y hacer más fuerte vuestra relación. Le estás prestando toda tu atención, con mimo y con cariño, y él lo sentirá y lo va a agradecer. Tú también, por supuesto, porque si tienes un caballo es porque te gustan estos animales tan poderosos, bellos y espectaculares.
A la hora de la limpieza del caballo hay que tener varios aspectos en cuenta. A continuación te damos cinco consejos básicos que te serán de gran utilidad cuando te pongas manos a la obra:
1. Antes y después de montar es fundamental que le limpies los cascos
Ve hasta su cuadra y un utiliza un limpia cascos. En esa parte del cuerpo suelen acumularse objetos que podrían hacerle daño así que préstale mucha atención. El estiércol, por ejemplo, suele quedarse ahí y eso hace que el casco se convierta en un auténtico foco de infección.
2. Limpiar y cepillar el cabello en profundidad
Existen varios utensilios importantes para dejarles el pelo limpio y con brillo. Uno de ellos es la almohaza. Esta la debes mover de forma enérgica pero sin brusquedad para quitar la suciedad. A continuación toca el cepillo, para cepillarles el pelo. Si lo tiene muy enrededado, recurre a un peine para la crin y la cola. Manteniendo el cabello de manera higiénica vas a evitar posibles enfermedades y problemas cutáneos que suelen ser propios de estos animales.
3. Duchar al caballo: ¿Cómo hacerlo?
Es importante que se bañe por completo después de cada monta. En verano, con el calor que suele hacer, se puede duchar por completo. Ya en invierno es mejor que le des con el agua desde abajo hacia arriba. Otra duda que nos surge es el agua, ¿fría o caliente? Los expertos recomiendan que las manos y los pies siempre se aseen con agua bien fría, para facilitar que se le relajen los tendones y se recuperen del esfuerzo realizado. Mucho ojo con el uso de jabones y geles, pues un exceso de estos puede resecarles la piel, provocándoles picores y dejándola sin brillo.
4. Asear los utensilios usados antes de guardarlos
Para evitar contagios y que se acumulen bacterias y microorganismos en cepillos, peines y esponjas, no olvides limpiarlo todo muy bien una vez has terminado de asear al caballo. Nunca guardes sus cosas sin dejarlas como antes de utilizarlas y jamás las compartas con nadie, con otros caballos, pues es posible que lo que va bien para tu animal no le vaya bien a otro o incluso que se de ese contagio entre animales.
5. Mantener la cuadra limpia
De nada sirve tener al caballo bien aseado si luego el lugar donde suele estar, donde descansa, come y duerme, está en mal estado. Mantener una correcta rutina de limpieza de su cuadra es fundamental, y no se trata únicamente de pasar la escoba, ¿eh? Es importante utilizar productos para eliminar parásitos y microbios y que su hogar esté siempre en buen estado. Existen productos específicos para ello así que infórmate bien e intenta tener su casa aseada y en condiciones higiénicas en todo momento.
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