9 cuidados básicos para tu ardilla
La ardilla es un animal que suele encantar a los más pequeños de la familia y esto es una de las razones más potentes para que esté aumentando el número de individuos adoptados como mascota. Curiosamente, lo que pocos saben es que no es una especie muy indicada para interactuar con los más pequeños como explicaremos a continuación como parte de esta lista de consejos básicos para su cuidado:
1. No manipularla en exceso
Las ardillas son muy independientes y no tienen entre sus cualidades la de la interacción con los seres humanas. Es una especie que conviene no manipular demasiado; de hecho su cola es bastante frágil, lo que les hace menos recomendables todavía si en la familia hay niños muy pequeños. En caso de que así sea, los adultos deben extremar las precauciones en este sentido.
2. Ambiente tranquilo
Son animales generalmente asustadizos que suelen estresarse con facilidad, por lo que es muy interesante generar un ambiente propicio para su comodidad. Lo mejor es que éste sea tranquilo y pacífico, sin sobresaltos.
3. Amplitud espacial
Las ardillas domésticas necesitan jaulas muy grandes para vivir porque necesitan espacio para moverse. No les gusta la luz solar directa pero sí que exista luminosidad de manera natural y es conveniente que esté en un lugar rodeado de calma.
4. Alimentación
Como siempre recomendamos, la dieta de cualquier mascota es bueno que esté supervisada por un especialista, y más cuando se trata de especies menos comunes en cautividad. De todas maneras, las tiendas especializadas ya venden alimentos preparados especiales para ardillas que pueden ser la base de la dieta junto a frutos secos, bayas y pequeños insectos.
5. Compatibilidades
Las ardillas no suelen relacionarse bien con otras especies adoptadas como mascotas, por lo que si las sueltas es necesario que controles bien al resto de animales que tengas por casa. EN cambio, sí puedes ganarte su confianza si le vas dando cariño y confianza, siempre poco a poco, e incluso alimentos en mano.
6. Solitarias
Son animales territoriales y solitarios, que tampoco conviven bien con otros individuos de su misma especie, ni siquiera de su misma camada. No juntes dos ardillas en la misma jaula ni en el mismo espacio.
7. No soltarla demasiado
Es un animal muy difícil de domesticar por lo que no es recomendable soltarla por la casa si no queréis que se esconda e incluso huya. Poco a poco, si se va adaptando a la convivencia familiar, podréis ir dándole más momentos de semilibertad.
8. No las pierdas de vista
Aunque creas tener muy adiestrada a la ardilla, piensa que es un animal que apenas interactúa con los seres humanos por lo que nunca empatizará como un perro o un gato contigo. Por ello no la pierdas de vista al soltarla por casa; no solo por su posible fuga, sino también por controlar por ejemplo donde hace sus necesidades, que es algo que suele hacer para marcar territorio como tantas otras especies.
9. Mantén las plantas fuera de su alcance
En los casos en que sean tóxicas para prevenir la salud de la ardilla, y en el resto de casos para prevenir la salud de las plantas, que sufrirían mucho de estar al alcance de este animal de dientes afilados.
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