¿Sabías que te pueden estar hackeando para robarte la mascota?
Estamos habituados a escuchar hablar casi a diario en los medios de comunicación y redes sociales de la seguridad digital, sobre todo después del cambio de ley que ha provocado que las compañías deban cambiar sus términos y condiciones de uso, pero seguimos sin ser plenamente conscientes de la trascendencia de proteger muy bien todo lo que hagamos a través de internet. Es tan serio y peligroso lo que ocurre que ni las mascotas se salvan de los robos a través de hackeos.
La compañía experta en ciberseguridad Kaspersky Lab presentó recientemente las conclusiones de un estudio en el que analizaron los rastreadores de mascotas más populares para asegurarse de si éstos se encuentran a salvo de posibles amenazas virtuales. Los resultados dieron como conclusión lo contrario a lo esperado por todos los usuarios de dichos rastreadores, ya que evidenciaron vulnerabilidades que podrían ser aprovechadas por los piratas informáticos para conseguir con relativa sencilla la localización exacta de tu mascota o incluso la tuya propia, a la vez que pueden conseguir información personal delicada.
Es habitual el uso de rastreadores entre los dueños de mascotas, especialmente perros, que son los animales de compañía que más se sacan a la calle, para rastrear la posición de los mismos cuando no tienen su supervisión constante, de manera que se envían las coordenadas exactas de su posición por GPS a la aplicación que el propietario tiene en su dispositivo electrónico. La frecuencia del envío puede ser incluso de un minuto, de manera que es prácticamente en tiempo real.
Hasta aquí todo correcto. El problema reside en que alguien sea capaz de interceptar dichas coordenadas. Y lo que ha descubierto Kaspersky Lab es que es posible porque estos rastreadores tienen varias grietas abiertas por las que acceder. Entre dichos agujeros se encuentran por ejemplo la conexión a bluetooth sin pedir autenticación, transmisión de datos personales como el correo electrónico, permiso para instalar programas de origen dudoso, almacenamiento de coordenadas sin verificación o la posibilidad de enviar órdenes a los rastreadores sin que de nuevo se tenga que verificar ninguna identidad.
Por lo tanto, los dueños de las mascotas deben conocer este informe y saber al menos a lo que se exponen al utilizar este tipo de rastreadores que, por otro lado, son evidentemente muy útiles. Sin embargo, presentan un riesgo evidente de hackeo con el objetivo incluso de robar o secuestrar a la mascota.
La repercusión de las conclusiones obtenidas por Kaspersky Lab en su investigación, cuyas conclusiones fueron directamente enviadas a la mayoría de proveedores, han provocado una reacción por parte de los desarrolladores principales de este tipo de productos y están subsanando algunas de las vulnerabilidades, pero de momento la amenaza es sigue siendo real.
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