5 terapias para reducir el estrés de tu perro
Tu peludo se puede ver sometido en determinados momentos de su vida a situaciones de cierto nerviosismo o ansiedad, algo que le provoque estrés y altere su comportamiento. Para tratar esas complejas etapas existen fórmulas y tratamientos específicos para que vuelvan a la calma y tengan nuevamente calidad de vida mental también.
A continuación os presentamos cinco terapias para reducir el estrés de tu perro que son efectivas. Toma nota de ellas y aplica la que consideres más conveniente según las cualidades de tu animal de compañía y el estado en el que se encuentre cuando necesites ponerlas en práctica.
1. Musicoterapia
Sí, no arquees la ceja. La música amansa a las fieras, siempre se ha dicho, y en este caso es capaz de dejar de lo más tranquilos y plácidos a los peludos. Es muy sencillo. Solo debes elegir un momento en el que pueda estar algo alterado e iniciar con suaves masajes, caricias y palabras suaves un acercamiento a él. Cuando consigas que se tumbe y vaya relajándose, dale al ‘play’ y deja que suenen temas –instrumentales mejor que mejor– que estén indicados para estados de calma y reflexión. Refuerza el momento con masajes y otras caricias e intenta llevar a cabo esta actividad diariamente, o al menos tres días por semana.
2. Doga, yoga para perros
Habrá quien piense ‘ver para creer’ pero es que es así, hoy en día existe hasta el conocido ya como doga, yoga para perros. Está indicado para personas que ya practiquen esta disciplina. Si incluyes a tu can en los diferentes ejercicios, adaptándolos al deporte con él, es probable que él también se sienta pleno de energía y más calmado. Ojo con el tamaño de los peludos. No es lo mismo practicar doga con un yorkshire que con un labrador.
3. Actividad física y juegos al aire libre
Esta es probablemente la mejor manera de controlar el nerviosismo y reducir el estires que tiene tu mascota. Sal a pasear con él, acude a parques caninos o espacios en los que puedas dejarlo suelto para que corretee, brinque, haga amistades y se desahogue. Llévate una pelota y echa una hora de juegos y risas con él. ¡No hay mejor medicina!
4. La manta
Solo vas a necesitar una manta o en su defecto una colcha o sábana, algo sobre lo que tu perro pueda tenderse. Es imprescindible que sea totalmente nueva para él. Ahora, colócala con cuidado en un lugar a la vista, amplio y espacioso, y llámalo para que vaya a ti. Cuando aparezca, consigue que se te acerque, ve tocándole lentamente la cabecita, las orejas… hasta que consigas que se tumbe en ella. Una vez yazca sobre la misma, sigue con las manos por todo el cuerpo hasta que quede plácidamente. Repite esto varias veces a lo largo de la semana y deja que disfrute del momento unos 10 o 15 minutos.
5. Acude a un adiestrador/educador canino
En determinados casos es importante y muy recomendable contactar con profesionales expertos en la materia. Si ves que tu animalito está excesivamente alterado es buena idea que hables con personas formadas y con experiencia en el trato y cuidado de perros para que te aconsejen terapias específicas para tu mejor amigo.
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