8 formas de hacer que tu perro socialice
Una de las preocupaciones habituales de una familia que adopta un perro, sobre todo si es novata en el asunto, es cómo ayudar a que el perro construya una red social positiva para él y que no desarrolle problemas para relacionarse. Como en casi todo lo que tiene que ver con los canes, existen pautas marcadas por los expertos para ayudar al animal, pero es importante diferenciar, grosso modo, dos maneras de proceder distintas, que están directamente relacionadas con el hecho de que el perro sea adulto o, por el contrario, sea un cachorro.
En caso de que tu mascota sea todavía un cachorro, hay tres consejos fundamentales que conviene seguir sí o sí. En la etapa en la que todavía no ha completado el ciclo de vacunas correspondiente para poder salir a la calle, es interesante diseñar un programa de visitas a tu hogar para que el animal empiece a relacionarse con otras personas. Los familiares y los amigos, sobre todo si tienen peques, estarán encantados de ir a ver al perro y pasar un rato con él. Eso sí, si acuden con algún animal, asegúrate de que está al día de vacunas.
Poco a poco, una vez ya puedes sacarle a la calle, tienes que introducirle a distintos animales, especialmente de su especie. En los primeros paseos se sentirá muy nervioso, pero como ya ha conocido previamente a otros seres humanos y animales en casa le costará mucho menos romper esa barrera que es un shock para muchos perros cuando salen por primera vez a la calle. Aún así, debes estar cerca de él, arropándole si es necesario y dándole algo de cancha a la vez. En definitiva, no difiere demasiado de lo que harías con un pequeño las primeras veces que acude al parque, por ejemplo.
Enséñale lugares diferentes
Además, siempre con la paciencia por bandera y reafirmando su actitud cuando sea buena con otros de su especie y con otras personas, es conveniente mostrarle también espacios geográficos diferentes. Es decir, aprovecha sus primeros meses de vida para que conozca tanto el ambiente rural como el urbano, porque todo lo que descubra en esta vez serán miedos que se evitan en el futuro.
Un perro, al igual que un ser humano, posee una curiosidad enorme cuando es joven y eso hay que aprovecharlo en su favor. En cambio, si el perro es adulto el proceso es más complicado. En muchos casos, de hecho, requieren atención especializada y personalizada por parte de un experto, por lo que es más difícil generalizar. Además, no siempre conoces el background del animal, puesto que no puedes poner la mano en el fuego de que conoces al 100% si tiene miedos o problemas para socializar por algún suceso del pasado.
En cualquier caso, podemos ofrecerte con la prudencia que corresponde, algunas recomendaciones generales:
Observa la personalidad de tu perro
En este momento de su vida ya está formada, y toma nota de los rasgos más importantes. Si el animal tiene problemas para socializar será fundamental la información de cara a que el experto en educación canina pueda desarrollar la mejor estrategia posible para ayudarte.
Naturaliza su entorno
Es mejor que no hacer diferencias en lo que rodea al perro. Esto es, no introducirle elementos de forma paulatina ni por separado, como se puede hacer con un cachorro. Lo ideal es que socialice con el concepto entorno en un sentido amplio, con todo lo que forma parte del mismo.
Dale refuerzo positivo
Al igual que con los cachorros, este punto es común a ambos. El refuerzo positivo, no necesariamente con premios tipo chucherías, sino también afectivos y de palabra, debe acompañar toda la vida la relación entre un perro y su dueño. Si el animal ve correspondida su actitud, lo más normal es que la asimile como correcta y la mantenga en el tiempo.
Se responsable con sus necesidades fundamentales
Proporcionarle la alimentación adecuada y una calidad de vida acorde con lo que el animal necesita en cuanto a confort es imprescindible. Es importante ponérselo lo más fácil posible, sobre todo para que sienta a gusto y no le generemos más problemas que se sumen a los que ya puede traer de etapas anteriores en su “mochila”.
Los paseos, elemento fundamental
Acostumbrarle a la calle y que descubra por sí mismo suele ser una herramienta muy interesante para que el perro socialice mejor. Si le aislamos del exterior, los nervios y el miedo se apoderarán de él.
El deporte es necesario
Va de la mano con el punto anterior, ya que cuanto más tiempo pase en la calle tu mascota, más se ejercitará. A estos animales, igual que a los seres humanos, además de para su salud física, les va fenomenal para disminuir el nivel de estrés, lo que suele fomentar las relaciones de calidad.
Ten paciencia con tu perro
De nuevo, un segundo punto compartido con los cachorros. En todo proceso educacional, la paciencia es fundamental. Lo es para no desesperar y, sobre todo, para no caer en una agresividad innecesaria que no sirva nada más que para restar. Debes mantener siempre los modales con el animal.
Evítela situaciones de estrés
Un perro, si tiene problemas de socialización, no llevará bien que le sometas a una situación de estrés. No es la mejor forma de afrontar sus miedos que enfrentarle a ellos de golpe. Déjate aconsejar por el experto, que es la persona indicada para saber en qué momento el animal está preparado para dar un paso más.
Me gusta este tipo de consejos así podemos ayudar a nuestros compañeros de vida mas… Gracias