Eclipse, el perro que va solo al parque en autobús
Los perros son animales que aprenden, en muchos casos, por imitación y repetición. Sentarse, dar la patita, hacer sus necesidades en los lugares correctos… todo son tareas que aprenden gracias a la constancia y la disciplina. Pero si hay algo para lo que nuestros amigos peludos necesitan la ayuda de sus amos es para salir a pasear. ¿O no?
Aunque resulte difícil de creer, en muchos casos las facultades y capacidad de aprendizaje de nuestros amigos peludos sobrepasa los límites de la inteligencia animal, como sucede en el caso de Eclipse, una perrita capaz de coger el autobús sola para ir a pasear. Increíble, ¿verdad?
Una historia curiosa
Este ejemplar de labrador de seis años de edad, aprendió hace ya cuatro a utilizar este transporte para ir a su parque favorito, en Seattle. Los pasajeros de la ‘D-Line’ -el tipo de bús que coge- están acostumbrados a verla en algunos de los trayectos, y lo más espectacular, es que siempre se baja en la parada correcta. Aunque resulte llamativo ver a un perro que viaja solo en autobús, para su dueño es de lo más normal. Según declaró a los medios cuando saltó la noticia, en ocasiones le resultaba imposible sacar a pasear a Eclipse debido a sus horarios de trabajo, por lo que decidió enseñarle cómo hacerlo por sí sola.
Para los conductores de esta línea, que la perrita se suba al vehículo es ya una cosa normal, de hecho, siempre le reservan un sitio al lado de la ventana para que pueda ver cuál es su parada. Jeff Young, propietario de Eclipse, está en contacto con todos ellos por si algún día sucede un percance. “Aproximadamente una vez a la semana recibo una llamada con la que me informan de que mi perro está bien”, cuenta.
Esta historia abre el debate de hasta qué punto debe responsabilizarse el dueño de la mascota del perro y si resulta seguro para el animal y el resto de pasajeros que un animal viaje solo en una ciudad de dimensiones tan importantes como las de Seattle. Una cuestión que divide a los ciudadanos entre los que defienden al dueño de Eclipse, y los que opinan que debería pasear siempre con la perrita.
Es una historia increíble, es muy importante la educación de sus habitantes. En México ya hubiera desaparecido el perro y los conductores lo hubieran hasta golpeado.