Qué es la tos de la perrera y cómo tratarla
Son tan complicados los nombres científicos tanto de escribir como de leer e incluso de retener que es habitual renombrar tanto las especies animales como las enfermedades con términos vulgares. Un ejemplo es la patología protagonista de estas líneas, la tos de la perrera, que en el lenguaje técnico se conoce como la rinotraqueitis infecciosa o traqueobronquitis infecciosa.
¿Qué es la tos de la perrera?
Se trata de un problema de salud relativamente común en los perros, que se localiza concretamente las vías respiratorias superiores -tráquea, cavidad nasal, laringe, cuerdas vocales y bronquios- de los individuos de esta especie animal. No es excesivamente grave, pero sí muy contagiosa, y puede complicarse al provocar una neumonía, que ya es una enfermedad más importante. No debes confundirla, eso sí, con un constipado o gripe humana porque no es lo mismo, pero al igual que ocurre con estas, puede darse en cualquier época del año, incluso en verano, ya que al contagiarse por microorganismos, estas suele estar muy presentes en hábitats típicos de los meses estivales como las piscinas o ríos.

Es una enfermedad muy contagiosa (Foto: iStock)
El nombre común con el que se la conoce viene dado porque es habitual que un perro la coja por contagio durante la convivencia con otros animales de su especie, de ahí que las perreras sean un foco de infección sobresaliente.
Es muy importante que el perro contagiado esté aislado
En caso de que detectes la enfermedad en tu animal, lo más importante es aislarlo inmediatamente, a modo de cortafuegos, para evitar más contagios en tu comunidad. El tiempo estimado que dure el tratamiento, como mínimo siete días, es el tiempo que el animal debe permanecer sin contacto físico con sus semejantes.
Dado que los síntomas no son concluyentes con un diagnóstico de tos de las perreras, lo recomendable es acudir al especialista para que sea él quien explore al animal y determine qué patología sufre y cómo tratarla. Entre otras cosas, verás que tu perro tiene mucho menos apetito e incluso está más decaído, algo común en muchas especies animales cuando están enfermas.

Aislarlo es muy importante cuando se detecta la enfermedad (Foto: iStock)
No hay un único tratamiento porque cada perro tiene sus circunstancias de ahí que también por esto sea muy importante acudir al veterinario y seguir sus consejos a rajatabla. Por norma general, el perro necesitará que le suministres antibióticos y antiinflamatorios, pero dependiendo de los agentes víricos que actúen en el caso de cada individuo, serán de una clase u otras estos medicamentos.
Además, es importante que convenzas al animal de que se hidrate más a menudo, algo fundamental para, sobre todo, evitar una deshidratación, pero también para depurar las vías respiratorias, lo que ayudará a mejorar notablemente y especialmente a sentirse mucho mejor dentro de lo que cabe.
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